“Sólo se vive una vez, pero si lo haces bien, una vez es suficiente”

Mae West

La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés) forma parte de las Terapias Contextuales o de Tercera Generación. Es una psicoterapia basada en la evidencia científica altamente eficaz en un amplio rango de dificultades, que se centra en la aceptación de pensamientos y sentimientos difíciles, en lugar de intentar cambiarlos o evitarlos. Su objetivo es ayudar a las personas a vivir de manera más plena y significativa, alineando sus acciones con sus valores personales.

La terapia ACT es una terapia basada en la EVIDENCIA CIENTÍFICA que parte de la concepción de que el sufrimiento es parte de la vida, no busca eliminar el dolor, sino aprender a vivir con él de manera significativa. Se lleva a cabo un trabajo basado en procesos clave, que incluyen: 

  • Aceptar los pensamientos y emociones, en lugar de luchar contra ellos. Esto implica reconocer que las emociones y pensamientos difíciles son parte de la experiencia humana.
  • Aprender a ver los pensamientos como lo que son: pensamientos, lo que permite que no definas tu identidad ni tu comportamiento en base a ellos.
  • Se incorporan prácticas de atención plena que fomentan estar presente en el momento y observar sin juzgar, lo cual ayuda a conectarte con tus experiencias actuales.
  • Identificar lo que realmente es importante para ti o vosotros, los valores fundamentales. Esto sirve como guía para tomar decisiones y actuar de manera coherente con esas guías.
  • Adoptar compromisos de acción  que estén alineadas con tus valores, incluso frente a la incomodidad emocional. Esto implica establecer metas y trabajar hacia ellas.

El objetivo final es entrenarse en la flexibilidad psicológica, lo que significa ser capaz de adaptarse a las circunstancias de la vida y actuar de acuerdo con lo que realmente importa para uno, a pesar de los pensamientos y emociones difíciles.

Se abordan dificultades tales como:

  • Convivir en paz con algunas sensaciones, ideas o emociones.
  • Concentrarme en lo que realmente quiero.
  • Encontrar motivos para vivir una vida más plena y luchar por ella.
  • Darle sentido a quién soy y disfrutar de las relaciones.
  • Seguir adelante afrontando pérdidas significativas, adicciones…
  • Entenderme, cuidarme y manejarme en las exigencias, estrés, ansiedad, obsesiones, preocupaciones…

Empleamos un enfoque transdiagnóstico, es decir, que vamos más allá de tratar trastornos específicos o síntomas particulares, abordando en su lugar los procesos psicológicos subyacentes, por lo que las etiquetas que aquí se recogen son sólo porque son más fácilmente reconocibles para personas como tú, que estás buscando apoyo profesional. 

Cualquier persona que busque mejorar su bienestar puede beneficiarse de una vida más significativa. 

Trastornos de ansiedad, ataques de pánico, fobias, y ansiedad social.

Sentimientos persistentes de tristeza, pérdida de interés y problemas de autoestima.

Condiciones que afectan la forma en que una persona se siente, piensa y maneja las actividades diarias.

Obsesiones, que son pensamientos, imágenes o impulsos intrusivos y recurrentes que causan ansiedad, y compulsiones, que son comportamientos o rituales que una persona siente la necesidad de realizar para reducir esa ansiedad.

Procesos que pueden estar interconectados. La preocupación implica estar constantemente pensando en problemas o situaciones futuras que pueden ser negativas, mientras que la rumia se refiere a reflexionar repetidamente sobre eventos pasados o errores, a menudo de manera autocrítica. Ambos pueden generar ansiedad y estrés.

Manejo del estrés relacionado con el trabajo, las relaciones o situaciones de vida difíciles.

Conflictos en parejas, familias o amistades.

Efectos de experiencias traumáticas, como abuso o accidentes.

Dificultades para valorarse y aceptarse.

Problemas para adaptarse a cambios en la vida, como mudanzas, cambios de trabajo o residencia, ser padres…

Estado de agotamiento físico, emocional y mental que se produce como resultado de un estrés crónico, especialmente en el ámbito laboral.

Experiencia que puede surgir en diversas etapas de la vida. A menudo se relaciona con sentimientos de vacío, desmotivación o confusión sobre el camino a seguir. Puede ser desencadenada por cambios importantes.

Estos problemas pueden variar en intensidad y duración, y la terapia ofrece un espacio para explorar y encontrar estrategias que funcionen para ti en tu vida.

La terapia incluye un proceso personalizado de evaluación, intervención y seguimiento. Una vez acordada la cita se procede al envío de un enlace para el inicio de la sesión. Las sesiones tienen una duración de 1 hora y un precio de 65 euros/sesión.

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