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“Dónde termina el “yo” o empieza a ser quien es o será por la tarde, mañana por la noche, dentro de un mes, un año, ahora mismo, nunca?”

(Concha Zardoya)

¿Cómo estás?

¿Cómo has amanecido hoy? 

Fíjate en las huellas que han ido dejando tus pasos desde que te levantaste esta mañana, ¿cómo son? Profundas como el paso firme de un caballo, apenas perceptibles como con miedo a ser descubiertas, erráticas de quien anda perdido…

¿Son estas las huellas que quieres?

Si estás aquí puede que te estés planteando iniciar un proceso de terapia, quizá estás curioseando, queriendo saber más… a lo mejor estás interesada en encontrar un grupo de comprensión y apoyo mutuo o eres un profesional buscando coherencia. Seas quien seas, te encuentres en el momento en que te encuentres, ¡te enviamos una cálida bienvenida! Este es un espacio sin juicio, con Ciencia y con cariño en el que iniciar un paso que puede marcar un nuevo rumbo.

TERAPIA PARA ADULTOS

TERAPIA INFANTO-JUVENIL

¿Qué necesitas?

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Iniciar un proceso de terapia es un paso significativo en la vida de una persona.

Cada uno llega con su propia historia y conjunto de necesidades, que pueden variar enormemente. ¿Te reconoces en alguno de estos puntos?

Cada una de estas necesidades es válida y única. La terapia o el grupo de apoyo es un espacio donde se puede trabajar en ellas de manera individual o grupal, en un ambiente de apoyo y comprensión. A medida que caminas en este proceso, descubrirás no sólo lo que te ha traído hasta aquí, sino también lo que te ayuda a crecer.

A través de la tormenta

En la senda oscura, la duda se asoma,
cargas en el pecho, la mente que se desploma.
Pero dentro de ti, una chispa titila,
un eco de fuerza que nunca se anida.

Las sombras susurran, intentan frenar,
cada paso que das, te invita a dudar.
Sin embargo, en tu pecho resuena,
un canto valiente que el miedo frena.

Caminos empinados, barreras que abren,
cada tropiezo, un aprendizaje que labren.
Con cada caída, el suelo se siente,
un maestro sabio que enseña valiente.

Mira hacia el horizonte, aunque nublado,
cada desafío es un puente sagrado.
La vida te abraza, en su danza constante,
y en cada dificultad, encuentras un amante.

La luz de la esperanza comienza a asomar,
los días oscuros se van a despejar.
Recuerda, valiente, en tu andar persistente,
tras cada tormenta, siempre hay un presente.

El valor no es la ausencia de miedo, sino la capacidad de enfrentarlo. "Espantapájaros de "El Mago de Oz" (1939)

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